Caminé durante horas mirando el teléfono cada dos por tres, desando que llamara y que no lo hiciera al mismo tiempo, creía que me iba a morir de la incertidumbre, la angustia se apoderaba de mi pecho "¿qué voy a decir cuando lo vea? " me repetía a mi misma esa pregunta mil veces, pero al parecer mi subconsciente se marchó de vacaciones y me saltaba el contestador. "¿Cuando lo vea? ¿Es que voy a ir?... Lucia contente, no delires que no va a llamar... Vete a casa y termínate la infusión esa... Si es que se le puede llamar así " parecía una loca hablando sola por la calle, la gente me miraba por el rabillo del ojo y se apartaban para no cruzarse conmigo... "Tengo que cambiarme de ropa... No puedo aparecer así..." Me fui a casa con aquella intención.
Al llegar encontré a Anna leyendo la carta...
- ¿Encuentras algo divertido?... No sé... ¡Un mapa del tesoro!- le pregunté con rabia al ver que aún la guardaba.
- Pues mira... Pensé tal vez que podría reconocer la letra o algo... No soy muy entendida en estas cosas, pero... ¿Quién manda una carta con una frase? ¡Una frase! Lucia... Lo tienes enamorado perdido... Y me huele a mi que... Le estas dando calabacines ¿no? ¿Me equivoco?...- Anna se giró sobre sus rodillas en el sofá, me miraba con picardía e intriga.
- Se dice calabazas y créeme... Olvídalo... No sé quien escribió esa carta y no tengo ningún enamorado...- le aparte la mirada y subí las escaleras para entrar al cuarto.
- ¡que mas da como se diga! Lo importante es el significado... No tienes a nadie en tu vida, dale una oportunidad, o acaso... ¡Ya se la estas dando! - me siguió hasta el cuarto y en sus últimas palabras comenzó a saltar en la cama como una quinceañera- ¡no me lo puedo creer! Lucia... Eres una malota, eh?... Anda que me vas a contar pronto.... Suelta, suelta...- me zarandeaba de la camiseta y alzaba la voz con deseo de conocer más sobre mi historia.
Realmente era desesperante, yo nunca le cuento nada a nadie, no comprendía porque tenía que hacerlo con ella, solo iba a cambiarme de ropa para estar mas mona cuando me viera... Mierda....¿Cambiarme? Eso significaba que iba a ir... ¡No, no voy!...
- venga cuenta ¡Lucia!...
- que no hay nada que...
Me sonó el movil en ese mismo instante, miré la pantalla y ahí estaba, Claudia... "¡Por fin!" Una sonrisa se dibujo en mis labios, cerré el armario y...
- ¿No vas a contestar?... Si quieres lo hago yo por ti...- en menos de un segundo Anna me quitó el teléfono de las manos y descolgó-¿si? ¿Hola?... Uhhhh.. Hola guapo que pasa...
- ¡¡¡¡ANNA!!!! -.... ¿¡Guapo!?...¡no puede ser!...mi subconsciente volvió del limbo..- ¡dame el maldito teléf...!.....¿si? ¿Claudia?....
- Hola... ¿Lucia?...- música para mis oídos.
- si...- me quedé en blanco.
- Lucía...- se escuchó un suspiro desde el otro lado del aparato.
No sé cuantos segundos pasaron sin que ambos dijéramos nada, pero fueron segundos eternos en los que todos mis recuerdos pasaron frente a mi como una película. No podía creerlo, él me llamó en lugar de Claudia, eso significaba una cosa... Me vio... Y ahora me llama ¡que vida mas angustiosa! ¡Que bonito es vivir!
- bueno... Tu hermana me dijo que me llamaría si...
- Si, me dijo que llamara para decirte que lo dejaras para otro día, que la avisaron del trabajo y tiene que marcharse...- cortó mi frase y su respuesta fue concisa.
- Ah, si... Muy bien, no importa... si yo también tengo muchas cosas que hacer y...
- Bien, entonces nos vemos dentro de diez minutos en la cafetería que hace esquina con el parque.
- ¿Cómo? ¿Hola? ¿Hola? ¿Sigues ahí?- pregunte con desesperación.
Me colgó... ¡Me colgó! Vale... ¿Y ahora?
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