domingo, 21 de diciembre de 2014

Capitulo 5

¿Colgarme a mi? Vaya... Quien lo diría, la verdad que no me lo esperaba. ¿Que se cree? ¿Da por hecho que voy a ir a su encuentro... Así... Sin más? Este tío delira o se lo tiene muy creído... Este hombre necesita alguien que le diga las cosas a la cara... Este hombre...

- ¿a dónde vas?- me preguntó Anna desde el quicio de la puerta
- ¿Yo? A ningún lado...- cuando le respondí estaba abriendo la puerta de la calle... Me sorprendí a mi misma "¿que haces lucia? ¡Cierra la maldita puerta!"
- ¿Te vas a encontrar con el?... ¿Con esas pintas?- me señalo con dedo acusador... 
- Que no voy a ningún lado...- Me miré al espejo de la entrada - si es verdad, no puedo ir así...- me fui corriendo a la habitación.
- Jajajajajaj ¡sí! ¡Yo te ayudo! - Anna parecía más entusiasmada que yo, saltaba dando  brincos y riéndose descontrolada.

Solo sabía mirar el reloj, los minutos se hacían eternos y la espera era inútil, sobretodo con Anna merodeando a mi alrededor y riéndose cada dos por tres, me ponía mas nerviosa.

- Anna... Quédate quieta, por favor... - le repetía una y otra vez apretando los dientes y lanzándole miradas asesinas.

No me hacia ni puñetero caso la pobre mujer, pobre por no decir algo peor. Volví a darle el último vistazo al reloj "5minutos....¡no puedo más! " , abrí la puerta y me fui sin decir nada.

- ¡SUERTE! - Gritó Anna desde el otro lado.

Bajé las escaleras, y me fui colocando el abrigo conforme iba llegando al portal, casi me caigo en el último escalón de la velocidad que llevaba y di un salto para no chocar y darme de bruces. 

Salí a la calle, medio apurada, respire y comencé a caminar despacio, todavía quedaban cinco minutos para verle y no iba a ser la primera en llegar, por supuesto. Parecía que todo el mundo me observaba, como si tuviera algo en la cara, me pase la mano por si tuviera algo, saque el espejo del bolso... Todo normal... Me estoy volviendo neurótica total... Me va a dar un síncope.

Llegué a la esquina del parque, me asomé un poco para saber si había llegado ya, pero no veía nada, estaba muy lejos. Doblé la esquina y caminé un poquito más "Ahí está la cafetería..." Mi corazón dio un salto de la expectación, "bien... No lo veo... ¿Llegué la primera?" No alcanzaba a reconocerlo entre los clientes, me escondí detrás de un árbol a esperar si aparecía.

"¡Ya lo veo, ya lo veo!" Me entraron ganas de dar saltos como la loca de Anna y a reírme descontroladamente como una chiquilla. "¡Venga, vamos!" Salí decidida de mi escondite, a comerme el mundo y todo lo que se pusiera por delante. 

Conforme me acercaba a la mesa, mis latidos iban en aumento, nuestras miradas se encontraron, "¡no puedo!" Con la misma decisión que salí, di una vuelta de 180 grados sobre mi pie izquierdo y caminé en sentido contrario..."lucia... Ya te vio...¡qué haces! " me pare en seco, por unos minutos me quede en blanco, mi subconsciente me abandonó y me dejo a mi suerte. Me volví a dar la vuelta... ¡ no esta! ¿Donde se fue?

- hola... Creí que no ibas a venir...- su voz me hablo por la espalda y mis oídos recibieron la dulce melodía de sus palabras
- Uy... Hola... Si... La verdad... Yo tampoco creí que iba a venir...- tartamudee un poco, no me atreví a girarme.
- ¿Nos sentamos? - se puso delante mío y me pregunto con una sonrisa coqueta.
- ¡Claro, vamos! - caminamos hasta las mesas y nos sentamos, uno frente a otro.
- Perdona que te colgara y todo el misterio- sus ojos eran preciosos, su pelo una maravilla y sus sonrisa... ¡Ay! Qué alegría decidir venir.
- No pasa nada, no te preocupes- le dije mirando hacia otro lado.
- Sabes... Te vi en el acto inaugural del proyecto, cuando trabajabas con mi hermana. 
- ¿Enserio? Pues... Yo a ti no... - mentí para hacerme la interesante.
- Ya... Me habría gustado presentarme, pero mi hermana y yo nos marchamos pronto... Desde aquel día siempre me pregunté, ¿qué sería de aquella chica rubia de ojos verdes esmeralda? - no podía creerlo... Solo faltaba que me dijera que aquella nota la escribió el... ¡Dilo!
- Pues... Aquí estoy, Lucia... Para lo que necesites- le busque la mirada para recibir otra a cambio, pero permaneció cabizbajo.
- ¡Claro! Victor... Para lo que desees...- subió sus ojos y ahora era yo la que escondía la mirada. - hace un par de semanas que sueño contigo... Y no  puedo dejar de pensar en ti... Por eso cuando te vi antes... Necesitaba hablar contigo...- me soltó de sopetón todo aquello, me quede pasmada, sin saber que decir, ¡era mutuo! Mi sueño...¿era el mismo sueño? ¿Compartimos el mismo sueño? ¿Sería posible aquello?
- Solo quiero ser feliz...- le solté sin dilación mirándole fijamente, su semblante cambió, se puso de pie, a lo que yo respondí con el mismo gesto, se acercó a mi, puso su mano sobre mi hombro, me acercó a él un poco más... No apartaba su mirada, era como si quisiera entender algo que ni yo misma comprendía... "¿A que esta esperando?" Me soltó y se fue...


miércoles, 17 de diciembre de 2014

Capítulo 4

Caminé durante horas mirando el teléfono cada dos por tres, desando que llamara y que no lo hiciera al mismo tiempo, creía que me iba a morir de la incertidumbre, la angustia se apoderaba de mi pecho "¿qué voy a decir cuando lo vea? " me repetía a mi misma esa pregunta mil veces, pero al parecer mi subconsciente se marchó de vacaciones y me saltaba el contestador. "¿Cuando lo vea? ¿Es que voy a ir?... Lucia contente, no delires que no va a llamar... Vete a casa y termínate la infusión esa... Si es que  se le puede llamar así " parecía una loca hablando sola por la calle, la gente me miraba por el rabillo del ojo y se apartaban para no cruzarse conmigo... "Tengo que cambiarme de ropa... No puedo aparecer así..." Me fui a casa con aquella intención.

Al llegar encontré a Anna leyendo la carta...

- ¿Encuentras algo divertido?... No sé... ¡Un mapa del tesoro!- le pregunté con rabia al ver que aún la guardaba.
- Pues mira... Pensé tal vez que podría reconocer la letra o algo... No soy muy entendida en estas cosas, pero... ¿Quién manda una carta con una frase? ¡Una frase! Lucia... Lo tienes enamorado perdido... Y me huele a mi que... Le estas dando calabacines ¿no? ¿Me equivoco?...- Anna se giró sobre sus rodillas en el sofá, me miraba con picardía e intriga.
- Se dice calabazas y créeme... Olvídalo... No sé quien escribió esa carta y no tengo ningún enamorado...- le aparte la mirada y subí las escaleras para entrar al cuarto.
- ¡que mas da como se diga! Lo importante es el significado... No tienes a nadie en tu vida, dale una oportunidad, o acaso... ¡Ya se la estas dando! - me siguió hasta el cuarto y en sus últimas palabras comenzó a saltar en la cama como una quinceañera- ¡no me lo puedo creer! Lucia... Eres una malota, eh?... Anda que me vas a contar pronto.... Suelta, suelta...- me zarandeaba de la camiseta y alzaba la voz con deseo de conocer más sobre mi historia.

Realmente era desesperante, yo nunca le cuento nada a nadie, no comprendía porque tenía que hacerlo con ella, solo iba a cambiarme de ropa para estar mas mona cuando me viera... Mierda....¿Cambiarme? Eso significaba que iba a ir... ¡No, no voy!...

- venga cuenta ¡Lucia!...
- que no hay nada que...

Me sonó el movil en ese mismo instante, miré la pantalla y ahí estaba, Claudia... "¡Por fin!" Una sonrisa se dibujo en mis labios, cerré el armario y...

- ¿No vas a contestar?... Si quieres lo hago yo por ti...- en menos de un segundo Anna me quitó el teléfono de las manos y descolgó-¿si? ¿Hola?... Uhhhh.. Hola guapo que pasa...
- ¡¡¡¡ANNA!!!! -.... ¿¡Guapo!?...¡no puede ser!...mi subconsciente volvió del limbo..- ¡dame el maldito teléf...!.....¿si? ¿Claudia?....
- Hola... ¿Lucia?...- música para mis oídos.
- si...- me quedé en blanco.
- Lucía...- se escuchó un suspiro desde el otro lado del aparato.

No sé cuantos segundos pasaron sin que ambos dijéramos nada, pero fueron segundos eternos en los que todos mis recuerdos pasaron frente a mi como una película. No podía creerlo, él me llamó en lugar de Claudia, eso significaba una cosa... Me vio... Y ahora me llama ¡que vida mas angustiosa! ¡Que bonito es vivir!

- bueno... Tu hermana me dijo que me llamaría si...
- Si, me dijo que llamara para decirte que lo dejaras para otro día, que la avisaron del trabajo y tiene que marcharse...- cortó mi frase y su respuesta fue concisa.
- Ah, si... Muy bien, no importa... si yo también tengo muchas cosas que hacer y...
- Bien, entonces nos vemos dentro de diez minutos en la cafetería que hace esquina con el parque.
- ¿Cómo? ¿Hola? ¿Hola? ¿Sigues ahí?- pregunte con desesperación.

Me colgó... ¡Me colgó! Vale... ¿Y ahora?




martes, 16 de diciembre de 2014

Capítulo 3

Claudia, una chica diez, alta, guapa, inteligente, trabajadora, perfecta en todo, trabajaba conmigo, o mejor dicho, trabajó conmigo en el último proyecto de urbanización en el ayuntamiento, de eso hacia meses, me dio un susto de muerte, solo me quedaba morir de un infarto.

- Lucia.. 
- ¿Tu?... ¿Claudia? 
- ¡Si! Hola... ¿Que pasa? ¿Como te va?...- me dijo sonriendo con su sonrisa perfecta y mili métrica
- Bueno... Bien, si bien... ¿Y tu?- le respondí devolviéndole una sonrisa no tan perfecta 
- De visita ¡ya ves! mis tíos viven en este barrio y vine con mi hermano... un asunto familiar...¿tu vives aquí también?
- Yo vivo en el barrio de enfrente... Me puse a andar y no me di cuenta de a donde iba
- ¡Que cosa! Pues un poco más y te chocas conmigo, porque te vi y me aparté, si no..... 
- Ya... Lo siento... No he tenido un día muy normal, la verdad...- intenté disculparme, sin querer hacerlo
- No te preocupes... Oye, pues si no tardamos mucho ¿te doy un toque y tomamos algo? - comenzó a sacar su teléfono para apuntar el mío..
- Si... Por qué no... Me vendrá bien un poco de distracción... 
- Claro mujer... Distracción asegurada, ya verás lo bien que te cae mi hermano...- me guiñó un ojo y se fue ondeando su pelo perfecto, sus taconazos de infarto... Su cuerpo atlético... Que asco más sano le tengo a esa chica...

Resumiendo... Me quedé observando como se marchaba mi compañera Claudia y lo bien que le sentaban los vaqueros...  Y luego caí en la cuenta de que me iba a presentar a su hermano... ¡Que día! una carta, y ahora un hermano... Quizás sea lo que necesite, despejar la mente con algo nuevo. Se acercó al portal más próximo y se despidió con la mano. 

A lo lejos se dibujaba una silueta, Claudia se giró y le hizo gestos de "date prisa" "vamos tarde" ya solo por la curiosidad de saber como era el hermano de Claudia me quedé allí de pie, como una farola, para verle un poco antes de que me avisara Claudia... Si es que me avisaba claro.

Comencé a caminar muy despacio, para poder verle mejor, su silueta era cada vez más nítida y cuando me quise dar cuenta, aquel sueño irreal, se convertía en realidad, mi corazón se desbocaba a pasos agigantados, mi boca se secaba y mis manos sudaban sin cesar, apreté los puños para que no se notase mi torpeza y me quedé petrificada en el sitio, mi yo más profundo quería encontrar sus ojos, mas la razón me pedía dar la vuelta para que no me reconociese... "Solo quiero ser feliz"... Su frase penetraba en mi interior como una daga incandescente...

 No sé a cual de mis "yo" les hice caso, aunque creo que ganó el profundo, su mirada chocó con la mía, los dos nos miramos y no sé que deseaba el, pero yo me moría por correr a su encuentro y ... La realidad era más que evidente, tenía que marcharme, comencé  a caminar lentamente en sentido contrario de su presencia para no levantar sospechas. Mientras me alejaba una vocecita me hablaba a la cabeza "si te llama Claudia... Ve... Ve... No seas tonta y ve..." Ir...¿ir? Ni loca...



lunes, 15 de diciembre de 2014

Capítulo 2

No sabía como actuar, ¿qué se supone que debía hacer ahora? No paraba de pensar en aquella conversación, creí que mi cabeza iba a estallar y ahora esto, una carta en la puerta. Mi secreto no iba a durar mucho " mi secreto..." Pero... ¿Existía tal secreto? Yo nunca quise que sucediera nada y sin embargo todo fue tan rápido que cuando me di cuenta..."solo quiero ser feliz.." 

-Maldito sea....- pensé en voz alta
-¿maldito?... Ósea...hombre ¿cómo se llama? ¿cuanto mide? ¿esta bueno? Si no lo quieres dame su numero...Lucia....Lucia! - Anna solo sabia preguntar y preguntar, me estaba volviendo más loca aún.
-tengo que irme...- dije entre dientes...
-Eso es un no, verdad? ... - decía mientras se guardaba la nota en el bolsillo.
-No es nadie Anna... Olvida la carta, no significa nada...- intenté mentir, pero he de confesar que no se me da muy bien
-¡Que no es nada dice ! Pues cuando sea algo, no te olvides de invitarme a la boda... Jajajajajaj- su risa me sobrepaso, la mire a los ojos, y me fui a la calle.

Caminaba indecisa, vagaba por las calles esperando una respuesta divina a todo lo que me ocurría, la verdad es que aquella conversación no era real, nunca existió y que aquella carta llegara a mi era una broma de mal gusto, o eso quería creer.

Andaba por la acera con la mirada perdida, recordando como Anna me pedía su numero, " yo también lo querría tener para decirle un par de cosas bien dichas..." Me reía en mi interior, y una sonrisa se dibujaba en mi rostro recordando lo tonta que era mi compañera y lo estúpida que era yo por creer que todo era real.

Todo fue un sueño, un sueño mágico donde le conocí, un sueño que se termina cada noche y que luego la realidad me arrebata, algo que se escapa de mis manos y no sé llevar por buen camino.... Algo...

-Lucia...- me agarro del brazo y mencionó mi nombre con rapidez, me di la vuelta en seco.
-¿Tu?...

CONTINUARÁ...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Capitulo1

Y ahí estaba yo, mirando a la nada  atrapada en mi mundo, sentada frente la ventana, tomando el intento de una infusión que me inventé, mezclando un poco de todo lo que me encontré por la cocina.

No pensé que iba a dar tantas vueltas mi vida, "solo quiero ser feliz" su voz retumbaba en mi cabeza, paseándose y recochineandose a su gusto, parecía que la frase estaba jugando en mi mente, lo tenía grabado palabra por palabra, y sus labios se movían a cámara lenta. Si cierro los ojos es como si lo viera "sólo quiero ser feliz"... ¿y yo? ¿es que no lo merezco? 

- Las nubes se mueven lentamente hoy, ¿te has fijado? - Anna mi compañera de habitación, una chica despreocupada y un poco mandona, me preguntaba siempre estupideces, pero al menos no estaba sola.
- Si Anna...  Lo que tu digas... - le respondí con desgana, mientras le daba un sorbo a la infusión, que por cierto estaba asquerosa.
-Lucia... Lucecita.... Cariño...- me dijo susurrando al oído - Déjalo estar...  No creo que te coloques con esa infusión que huele fatal... Existen otros métodos más efectivos - me acarició el pelo y se marchó a la cocina.

-Anna...  ¿crees que eres feliz? - le pregunte con ironía
-¿sabes que hablas en sueños? - se dibujó una leve mueca en sus labios - ¿enserio? - ahora me reía yo escondiéndome tras la taza
-pues sí, y siempre balbuceas algo... Cuando lo entienda seré feliz... Jajajaja así sabré todos tus secretos y podré sacarte dinero- su risa inundó el salón común y me uní a sus intermitentes saltos de glotis.

En ese instante sonó el timbre de la puerta...

-¡voy! - grité entre lágrimas de risa.

Giré el pomo, abrí la puerta y vi un pequeño sobre, lo cogí y leí "Lucía"... Cerré la puerta, desplegué la solapa y me senté en el suelo

-¿que pasa, que pone? ¿quién murió?-me preguntó angustiada Anna
-no nadie...
-¿entonces?... - Se acercó, me quito la nota y leyó en voz alta... -" solo quiero ser feliz"...

CONTINUARÁ...