Claudia, una chica diez, alta, guapa, inteligente, trabajadora, perfecta en todo, trabajaba conmigo, o mejor dicho, trabajó conmigo en el último proyecto de urbanización en el ayuntamiento, de eso hacia meses, me dio un susto de muerte, solo me quedaba morir de un infarto.
- Lucia..
- ¿Tu?... ¿Claudia?
- ¡Si! Hola... ¿Que pasa? ¿Como te va?...- me dijo sonriendo con su sonrisa perfecta y mili métrica
- Bueno... Bien, si bien... ¿Y tu?- le respondí devolviéndole una sonrisa no tan perfecta
- De visita ¡ya ves! mis tíos viven en este barrio y vine con mi hermano... un asunto familiar...¿tu vives aquí también?
- Yo vivo en el barrio de enfrente... Me puse a andar y no me di cuenta de a donde iba
- ¡Que cosa! Pues un poco más y te chocas conmigo, porque te vi y me aparté, si no.....
- Ya... Lo siento... No he tenido un día muy normal, la verdad...- intenté disculparme, sin querer hacerlo
- No te preocupes... Oye, pues si no tardamos mucho ¿te doy un toque y tomamos algo? - comenzó a sacar su teléfono para apuntar el mío..
- Si... Por qué no... Me vendrá bien un poco de distracción...
- Claro mujer... Distracción asegurada, ya verás lo bien que te cae mi hermano...- me guiñó un ojo y se fue ondeando su pelo perfecto, sus taconazos de infarto... Su cuerpo atlético... Que asco más sano le tengo a esa chica...
Resumiendo... Me quedé observando como se marchaba mi compañera Claudia y lo bien que le sentaban los vaqueros... Y luego caí en la cuenta de que me iba a presentar a su hermano... ¡Que día! una carta, y ahora un hermano... Quizás sea lo que necesite, despejar la mente con algo nuevo. Se acercó al portal más próximo y se despidió con la mano.
A lo lejos se dibujaba una silueta, Claudia se giró y le hizo gestos de "date prisa" "vamos tarde" ya solo por la curiosidad de saber como era el hermano de Claudia me quedé allí de pie, como una farola, para verle un poco antes de que me avisara Claudia... Si es que me avisaba claro.
Comencé a caminar muy despacio, para poder verle mejor, su silueta era cada vez más nítida y cuando me quise dar cuenta, aquel sueño irreal, se convertía en realidad, mi corazón se desbocaba a pasos agigantados, mi boca se secaba y mis manos sudaban sin cesar, apreté los puños para que no se notase mi torpeza y me quedé petrificada en el sitio, mi yo más profundo quería encontrar sus ojos, mas la razón me pedía dar la vuelta para que no me reconociese... "Solo quiero ser feliz"... Su frase penetraba en mi interior como una daga incandescente...
No sé a cual de mis "yo" les hice caso, aunque creo que ganó el profundo, su mirada chocó con la mía, los dos nos miramos y no sé que deseaba el, pero yo me moría por correr a su encuentro y ... La realidad era más que evidente, tenía que marcharme, comencé a caminar lentamente en sentido contrario de su presencia para no levantar sospechas. Mientras me alejaba una vocecita me hablaba a la cabeza "si te llama Claudia... Ve... Ve... No seas tonta y ve..." Ir...¿ir? Ni loca...
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