lunes, 16 de enero de 2017

Capitulo 14

         Los ojos de Lucía comenzaron a cerrarse, mis manos apretaban la suya y toda mi esperanza estaba puesta en su intuición. Quizás hice mal en ocultarle su naturaleza. Solté su mano lentamente en la camilla y la arropé como cuando era pequeña. Sus párpados comenzaban a tener movimiento...


-Ya está en fase R.E.M...

-¿y ahora qué?- Anna me miraba con cara descompuesta y un poco decepcionada

-Ahora a esperar- Le respondí tajante

-¿ A esperar? ¡Eres su madre!

         Sus palabras me herían en lo más profundo. Anna no comprendía todo el dolor que me causaba esta situación. Ella solita se había metido en la boca del lobo y todo el trabajo que me tomé, para que no la descubriesen se estaba esfumando a pasos agigantados.


-Gracias por todo tu trabajo, sé que no ha sido fácil vigilar a Lucia, sin que ella notara nada, has sido de gran ayuda.- Sentencié mientras me sentaba en la butaca azul, justo al lado de Lucia.

-Ese es mi trabajo. - Pronunció clavándome la mirada- ¿Cuál es el siguiente paso del consejo?- me preguntó inquisidora

- Matarla- resolví sin dilación, la miré a los ojos y pude apreciar su facción descompuesta y algo pálida

-Ma..ma.. ¿matarla? ¡eso no es posible! ¡no puedes permitirlo! ¡es tu hija! ¡ella es la esperanza de nuestro pueblo!- Gritaba desesperada, sus manos se agitaban arriba y abajo, mientras las pasaba por la cara con cada frase y el tono de su voz comenzaba a ser exasperante.

-¡Ya basta! No voy a permitir que una simple vigilante del sueño, derogada, se tome estas libertades conmigo...- Levanté la mano para que parara

- ya veo... espero se me tenga en consideración, después de que su hija muera, y vuelvan a darme el puesto que merezco

- No te preocupes, hablaré ante el consejo, para que reabran tu caso y te admitan en funciones. Y por su puesto, esto quedará entre tu y yo- La miré de soslayo, intentando que no se notara mi debilidad y mi tristeza.

- Por supuesto, mi lealtad a ti es firme- dijo realizando una reverencia

- Eso espero... puedes retirarte, si me es necesaria tu presencia te lo haré saber

- De acuerdo... - Y se marchó cerrando la puerta tras de si

      “Solo le pido al creador que te ayude a encontrarte a ti misma, que te guíe en la oscuridad y te ayude a vivir...” susurré en su oído y volví a sentarme, apoyando mi cabeza en el filo de la cama...

Tres horas más tarde...

        No sabía que estaba sucediendo, su cuerpo comenzó a temblar y a convulsionar, una máquina que tenia enganchada en el brazo comenzó a pitar y las agujas del antebrazo se partieron. Tres enfermeras entraron corriendo, pidiéndome que me apartara de la cama. La sujetaron como pudieron y el pitido insoportable no cesaba y cada vez era más rápido. En ese mismo instante entró el doctor de guardia y dos enfermeros más, creo que estaba toda la planta allí metida en la habitación, yo ya estaba fuera, y no sé en qué momento me habían sacado. Solo sentía miedo e inseguridad, sabía que estaba en peligro y deseaba que acabara, como fuera, pero que acabara.

-¿Qué sucede? ¿Qué están haciendo? ¿Qué pasa?....¡qué...- ni terminé de expresar mi preocupación, cuando aquel pitido fue constante, y cesó...

- Lo siento mucho...- El doctor salió despacio de la habitación

-¿Cómo que lo siente? ¿Qué paso?

-Intentamos estabilizarla... pero no ha sido posible, su hija...

-Muerta... muerta...

-Lo siento... de verdad, no sabemos que ha pasado, es inexplicable

     Entré lentamente en la habitación, mientras el Doctor me explicaba cosas que ya no me interesaban, y yo simplemente asentía, no podía creerlo, todo mi esfuerzo fue inútil, toda mi esperanza se desvaneció en un segundo.

…. “ PIP....PIP...”

La máquina comenzó a sonar de nuevo...

-¿Cómo?... - El Doctor anonadado, se acercó a Lucía rápidamente – Pero si no tiene pulso...¿Cómo es posible?...

         Aquella máquina empezó a descontrolarse, y aunque el corazón de Lucia no latía, su cuerpo empezó a agitarse bruscamente, hasta que de repente... Desapareció ante nuestros ojos...

-¡LUCHA LUCIA...LUCHA... ESTE ES TU MOMENTO! - Grité con todas mis fuerzas dando círculos por la habitación, el personal del hospital no podía creer lo que sus ojos veían, y en ese mismo instante, por lo menos diez o veinte personas, vestidas con trajes negros y armadas entraron en a habitación...

-¡QUIETA!....

-Hola mi señor... ya no hay vuelta a tras... podéis matarme si os apetece, pero a ella, ya no hay quien
la pare. Tu reino se acabó señor mio...

-¡CALLA INSENSATA!...- en menos de un segundo, aquellas más de veinte personas se unieron en un solo ser, con ojos profundos y nariz aguileña... vestido con traje oscuro y una expresión de desesperación...- Yo soy el Consejo... yo soy el supremo, el señor y el único controlador del mundo de los sueños....¡CÓMO HAS PODIDO TRAICIONARME ASÍ!...- Su voz se salía del cuerpo, tan fuerte que me retumbaba en lo más profundo de mi alma... Nadie podía dar crédito a lo que sucedía

-Mi señor... estamos en un hospital, en el mundo humano- le dije suavemente, intentando apaciguar los ánimos, dirigiendo mi mirada al suelo, observando mis pies...

- Lo sé, no es problema... estas personas no recordaran nada de lo sucedido en este momento...- Alzo la mano y cuando la bajó, todos cayeron al suelo, desplomados e inertes...- Todos los días hay ataques terroristas ¿no?...- dijo con una mueca en la boca- Tu vienes conmigo...

        Volvió a alzar la mano, y un portal se abrió, me garró de los hombros con fuerza y me forzó a ir con él...

1 comentario:

  1. ¡Cuanta tensión! Me encanta como vas desarrollando la historia. Soy muy fan de tu historia :D Espero ansiosa la continuación. Un beso guapísima ♡

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